miércoles, noviembre 29, 2006

correr era más fácil cuando estaba contenta

viernes, noviembre 24, 2006

le deshice el dobladillo a un pantalón

Me despierto una cuadra antes de la parada correcta. Mi timing en las siestas omnibuseras es perfecto. Otra vez volví a dormir en los buses, otra vez volví a llenarme de trabajo. Otra vez (y lo escribo hoy que el día libre se me hace intolerantemente largo) volví a tener más cosas para hacer que tiempo. Dejé de llegar tarde. Volví a ser. Camino cómo si flotara, con cuatro horas mal dormidas encima. Y es raro pero estoy contenta. El pico endórfico se vuelve meseta y no se muy bien que hacer con toda está alegría; yo y mi tristeza nos entendemos mejor. Mientras cruzo la calle, ojeo el mar desde un cantero alto. El pasto y el mar. Repto hasta mi destino: imposible tener más sueño pero dormida veo lo que nunca veo. En ese estado surrealista comprendo que no quiero más el pasado desajustado que tuve una vez. No importa quién me espere, no importa cuanto trabajo tenga. El tiempo siempre es mio. El tiempo que se pierde no se vuelve a encontrar. Nunca más el apuro con los ojos cerrados a la belleza que me rodea, nunca más dejar de lado una caricia al pasto por una responsabilidad tachada en una lista. No quiero mirar para atrás y ver que todas las canciones que quise cantar murieron con el miedo. No quiero que me importe que a la gente le importe mi andar descalzo por los pasillos. Hoy que miro todas las películas abrazada a una butaca dura, hoy que ya leí muchos libros. Que lo dolido sea aprendido. Y si asi se crece, bueno. Me gusta crecer.

martes, noviembre 21, 2006

sincronía

palabra favorita de esta semana

viernes, noviembre 17, 2006

la historia que una vez me contaron como me habría gustado poder contarla yo

Él está en København, solo en una mesa, tomando un café perfecto. A lo lejos suena El instrumento, de Darno. Parpadea sorprendido. Recuerda. Una lágrima le agúa el café. Se levanta. Hace una llamada. El sonríe. A la distancia, ella responde. Algo.

miércoles, noviembre 15, 2006

"...salía a caminar y sentía como si el sol la evaporase..."

Tarnation

miércoles, noviembre 08, 2006

co-incidencias

Acababa de salir de Cinemateca después de ver dos películas de Woody Allen al hilo y así iba yo por Carnelli, pensando en las interrelaciones humanas, cuando de golpe me dí cuenta que mientras yo caminaba, sonaba el tema de jazz que cerraba la segunda película. Durante un instante mi cerebro hizo cortocircuito y de verdad me pregunté si era que estaba oyendo cosas o si me había convertido en un meditabundo personaje wodyalliano. Maravillada y sin entender mucho qué estaba pasando, llegué a la esquina y descubrí que en Rapa Nui tocaba una banda de jazz. El azar había logrado que en el mismo momento en que bajaban los créditos de la película al compás de puro bebop, unos músicos interpretaran el mismo tema. Separados por una cuadra de distancia. Dos eventos absolutamente independientes pero próximos se tocan en un punto para generar la misma respuesta. A veces siento que si sigo viva es porque creo en éstas cosas: que un día una va caminando fría y un poco llorosa por Montevideo y súbitamente la vida le regala una sorpresa, una simple co incidencia que invita a creer que en el mundo existe alguna estructura ordenada que lo conecta todo sin que lo veamos. Y que vale la pena seguir sorprendiéndose.