no me despierten, me tengo que peinar
Anoche estaba triste por cosas que no entiendo. Antes me pasaban esas cosas pero ya me había olvidado: tener todas las condiciones para estar inmensamente feliz y que de golpe me suba la angustia como una naúsea que se estanca en la glotis y que queda ahí atascada hasta que el cuello se pone gordísimo y me tengo que largar a llorar. El mundo cristaliza por un lado distinto al que yo respiro. La otra vez el grito era good.sky pero esta vez fue otra cosa, recuperar la bienvenida y llorar un rato.
(de un mail que escribí una vez)
5 comentarios:
*acariciar la mejilla*
te entiendo
es mi elefante...
Me hicistes acordar pila al personaje de La Nausea de Sartre. Es la nausea de saber que existimos y que al mundo le es indiferente nuestra existencia.
Pero eso solo pasa en las novelas existencialistas, no está basado en hechos reales =P
Besos ele.
nos quedó una charla de sartre colgada por la mitad, entre bar rodó y living
me ha pasado.
es estúpidamente cierto. pasa. uno en la cima, y el precicipio que asoma, amenazante.
no sé de que va la cosa. yo no sé.
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