lunes, marzo 27, 2006

El elegido | Thomas Mann

Pero aunque vivieron muchos años, también ellos amarillearon como el follaje del verano y abonaron la tierra sobre la que otros mortales caminaron, reverdecieron y amarillearon. El mundo es finito y sólo la gloria de Dios es eterna.

4 comentarios:

  1. demasiado panteista, yo, para aceptar esas dicotomias. pero, a su vez, es perfectamente cierto, como todo.

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  2. el mundo es finito, entonces ahí me quedó en lo que alimente a las otras.

    no creo en dios, aunque a veces pienso "ojala existiera"

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  3. ahh pera, ésto, hoy me sorprendió el sol de tu banner, fue cálido.
    (tenía que decirlo)

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  4. pero mire lord que es un cielo bien pradense

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