Por aquel entonces el Abuelo comenzó a hablar de aquel sueño con el que posteriormente soñaría más a menudo. Como las historias que se repetían el uno al otro durante todo el día, el sueño que de vez en cuando contaba el Abuelo con los ojos brillantes era azul: el pelo y la barba del Abuelo crecían sin cesar porque en el sueño caía una continua lluvia azul marino. La Abuela, después de escuchar pacientemente la historia del sueño, le decía: "El barbero vendrá dentro de poco", pero el Abuelo no se alegraba precisamente cuando le mencionaban al barbero: "Habla mucho y pregunta mucho más".
Igual que los peluqueros, son todos iguales. Uno no puede ir a cortarse el pelo porque termina sintiendo violada su intimidad rutinaria. Un buen recurso es el de inventar realidades: yo llegué a trabajar en CD Warehouse y a estudiar Derecho.
ResponderEliminarEs el mayor mal de la idiosincrasia nacional.
- Lo mismo de siempre?
ResponderEliminar- Si, pero ojo que la última vez te pasaste.
- Como anda ese trabajo?
- Bien
- Está pesado el clima hoy eh?
- Si
- ...
- ...
- Y como lo ves?
- Bien, gracias.
- Bueno, que pases bien. Hasta pronto.
- Chau
...ya que se devino a historias de peluqueros; recuerdo que en el barrio donde vivía había una pequeña peluquería (a la cual nunca fuí), pero que tenía dibujado en letras amarillas en la vidriera:
ResponderEliminar"corte PUNK, corte SURF"
sería como en el ´85/´86...
azul es un buen color
ResponderEliminarcompro
ele, te etiqueté. No te asustes, es algo de hacer una lista de cosas raras. Pasate por el blog y enterate.
ResponderEliminarYa veo que hubo cambio de template. Muy bueno a propósito.
ResponderEliminarMucho tiempo sin visitar a la vieja escuela, saludetes y buen año